lunes, 17 de noviembre de 2008

Visita de mis sobrinos




Como buen culé que es el chico, no quiso perder la oportunidad de visitar el Camp Nou


Visita al precioso pueblo de Pals


Playa de Calella de Palafrugell


Vista con el parador nacional de Aiguablava


desde el acantilado del parador


sobrina y tio con buena panoramica de fondo

Viaje por Vizcaya y Huesca


monumento al minero en La Arboleda


vista del museo Guggenheim en Bilbao


Castillo de Butrón



Pantano y Hospederia de Arguix


Lagunas de Sariñena


preciosos caballos en las lagunas de Sariñena


Los Mallos de Riglos


Pantano del rio Gállego


domingo, 16 de noviembre de 2008

Tributo a los mineros


Hoy sábado, a partir de las siete de la tarde, se celebrará en la iglesia nueva de Fabero un funeral por iniciativa de la Asociación de Mineros de la Cuenca de Fabero en recuerdo de los mineros que dejaron su vida a consecuencia de su actividad minera, bien en accidente o por enfermedad profesional. La Asociación de Mineros, conscientes del «tributo humano» que Fabero ha tenido que pagar a la mina, coincidiendo con el 24 aniversario del fatídico accidente acontecido en el Grupo Río de la empresa minera Combustibles, que costó la vida a ocho mineros rinde así su homenaje a los mineros muertos y a us familias.
Al mismo ritmo que las labores extractivas de antracita iban asentándose en la vida económica de Fabero, la mina se cobraba su cuota en vidas humanas. Los libros de defunciones de Fabero dan fe de que muchas personas perdieron su vida en el duro trabajo de la mina. Los primeros años, mediante los accidentes mortales. Y con el paso del tiempo, además con la muerte a consecuencia de la silicosis, (enfermedad respiratoria provocada por la inhalación de polvo), en este caso del carbón antracita.

A la asfixia por compresión, la fractura craneal y la hemorragia, causas más comunes de la muerte en accidente minero hay que añadir la enfermedad profesional.

Tiempos difíciles

En el año 1944 aparece por primera vez la silicosis como causa de la muerte de dos vecinos de Fabero, y a partir de ahí, raro era el año que no morían varias personas por dicha causa. En 1973 los silicóticos muertos fueron diez, elevándose esta cifra a catorce en el año 1983.

Pero sin duda, fue el 19 de noviembre de 1984, la jornada más fatídica y negra de la historia minera de Fabero. Ese día a las 8.30 de la mañana se produjo en el Piso 17 Sur del Grupo Río de la empresa Combustibles de Fabero, el incendio y deflagración de una acumulación de gas grisú que originó una explosión que causó le muerte instantánea de tres mineros. Posteriormente la cifra de muertos a consecuencia de este grave accidente se elevaría hasta ocho muertos, mientas que los heridos que supervivieron al grave accidente fueron finalmente cuatro.
fuente:Diario de León